De todo un poco y de nada mucho


Este blog ha sido creado en honor a todos los pastiches del mundo.
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21/8/09


No uso reloj. No me gusta.
No es que juzgue a quien usa reloj, pero en general simpatizo con quienes no lo hacen.

Hoy, viajando en el A14 a Tala, descubrí un cuento de Cortázar que acá les dejo (sonrisita mediante):


Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

(Cortázar - Historias de Cronópios y de Famas)

9 comentarios:

Pablo G. dijo...

Malditos relojes! Solo sirven para decirte que estás perdiendo tiempo: cuánto tiempo falta para tal cosa, cuánto tiempo pasó desde que tal otra, que estás llegando tarde a ese lugar... Uno termina siendo, como magistralmente lo explica Cortázar, preso de ese regalo. Es peor que una mascota!

Así y todo -si bien tampoco uso reloj, y los que me han regalado han terminado en los cajones- me fastidia bastante la impuntualidad. No sé puede ser perfecto :D

Marina Agra dijo...

no uso reloj, me simpatizás, y este cuento me gustó!

alejandro dijo...

Se sabe de un viajante de comercio a quien le empezó a doler la muñeca izquierda, justamente debajo del reloj de pulsera. Al arrancarse el reloj, saltó la sangre: la herida mostraba la huella de unos dientes muy finos.

en "Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo", Mismo libro

chica pastiche dijo...

De puro curiosa, estimado a: usa ud. reloj?

Fede dijo...

Es genial el cuentito. Yo hace muchos años que ya fui abandonado por mi relojito.
Ahora miro la hora en el celular, pero lo primero que hago cuando me voy de vacaciones es archivarlo y olvidarme completametne de la hora. es la única manera de descansar totalmente!

alejandro dijo...

sí, sí uso. Justo ahora no, porque está siendo arreglado, pero en general sí, desde chiquito.
No creo que el uso del reloj restrinja la libertad horaria, sino lo contrario.
Hay algo en común con la diferencia entre el teatro occidental (tan libre él) y el teatro oriental (tan lleno de reglas): pese a lo que nuestra visión post-revolución francesa podría suponer, resulta mucho más expresivo el oriental. Habría que preguntarse por qué.

(con oriental, aclaro, no me refiero al Solís y sus semejantes, sino específicamente al Kathakali, Noh y Kabuki, y quizás a la ópera china)

Nandor dijo...

No es por darles la contra estimados colegas de blog, pero a mi parecer, el reloj no es culpable del paso del tiempo, es como decir que las armas son culpables de los crímenes.
El tiempo pasa con o sin reloj, en todo caso se me ocurre que los espejos también podrían ocupar su lugar en el banquillo de los acusados, y así por delante se me ocurren muchos más.
De todas formas, les dejo una letra más de uno de mis grupos predilectos...

Todos os dias quando acordo
Não tenho mais
O tempo que passou
Mas tenho muito tempo
Temos todo o tempo do mundo...

Todos os dias
Antes de dormir
Lembro e esqueço
Como foi o dia
Sempre em frente
Não temos tempo a perder...

Nosso suor sagrado
É bem mais belo
Que esse sangue amargo
E tão sério
E Selvagem! Selvagem!
Selvagem!...

Veja o sol
Dessa manhã tão cinza
A tempestade que chega
É da cor dos teus olhos
Castanhos...

Então me abraça forte
E diz mais uma vez
Que já estamos
Distantes de tudo
Temos nosso próprio tempo
Temos nosso próprio tempo
Temos nosso próprio tempo...

Não tenho medo do escuro
Mas deixe as luzes
Acesas agora
O que foi escondido
É o que se escondeu
E o que foi prometido
Ninguém prometeu
Nem foi tempo perdido
Somos tão jovens...

Tão Jovens! Tão Jovens!...

(salve L.U.)

P.D.: salu2 CP, perdón por mi desaparición momentanea... me tomé unos días de vacaciones sin tecnologias.

chica pastiche dijo...

pffff que alivio Nándor
pensé que me había abandonado
ya casi no conciliaba el sueño

bienvenido otra vez !

Nandor dijo...

Muchas gracias por tan cálida re-bienvenida CP, pero no me creo capaz de quitarle el sueño a nadie... salvo cuando me da por escuchar Metallica a las 3AM.