De todo un poco y de nada mucho


Este blog ha sido creado en honor a todos los pastiches del mundo.
Bienvenidos y no olviden dejar sus zapatos en la entrada.
Gracias.



23/11/09


Esa mañana se despertó escumbrosa.
Miró el techo un rato largo. Pensando, tal vez en nada.
Se levantó por el lado derecho de la cama (no está de más conservar ciertas cábalas).
Ya era tarde, así que obvió el desayuno y pasó directo al almuerzo, seguido de un cafecito.

Después de mantener un diálogo exhaustivo con la pared del living, decidió que saldría a dar una vuelta.
Sola, sí, no importa... voy sola.
Se cambió de ropa, se peinó y se puso pacible.
Alternó miraditas con el espejo y finalmente fue a buscar una cartera al placar.
Y entonces descubrió un desastre: el calefón de adentro del placar se había roto, quién sabe cuánto tiempo atrás. Se había mojado todo. Tanto, que hasta se había formado un lago con una hermosa catarata. Había crecido hierba verde y un par de árboles que estaban en su mediana edad.
Se veían algunos peces en el lago y pájaros que escaparon volando en cuanto abrió la puerta.
Maldición, justo ahora que me iba a dar una vuelta.
No había escape. Había que afrontarlo. La naturaleza de su placar había acabado con libros y revistas. Cajas de zapatos llenas de recuerdos. Memorias de toda una vida.
Varios te amos húmedos, para-siempres revenidos, fotos de abrazos vencidos por la humedad.
Postales de otras épocas.
Dedicatorias borradas en libros destrozados.
Cartas ya sin letras.
Todo estaba perdido.
Y ahora? Cómo voy a recordarlo todo ahora?
Se sentía como Memento sin tatuajes.
Los rostros, otrora inmortalizados en portarretratos, eran ahora manchas verdes y amarillas, desvanecidas.
No lloró. Porque no recordaba qué era lo que podía ponerla triste. Sabía que hubieron grandes amores inmortalizados en esas cajas de zapatos donde ahora nadaban carpas naranjas.
Sabía que alguna vez guardó cuidadosa todas las cartas, los poemas, las canciones, todo lo que alguna vez recibió de alguien, o escribió para alguien.
Si, en aquella caja de bombones había poemas. De quién eran? No recuerdo...

Sacó todo al sol. Llenó bolsas enteras de recuerdos mojados que después tiró en la volqueta. Trasladó los pecesitos a una pecera y arregló el calefón, recién entonces se terminó la catarata.
Limpió a fondo. Secó. Ordenó.
Ya era denoche cuando quedó todo listo.
Ya no había nada que pudiera guardar. Sólo alguna revista y algún libro que nunca había leído.
Entonces pasó algo extraño y revelador: se sintió aliviada.
Ya no estaba el peso del cordón que la unía a un pasado alargado eternamente.
Estaba limpia, vacía, nueva.
No más escumbrosidad.
Se rió. Varias veces y con ganas.

Esa noche, antes de acostarse, vació una lata de galletas. Adentro guardó un acorde de guitarra y un beso intangible.
Después guardó la lata en el placar, abajo del calefón.
Y se durmió tranquila, sin su mochila de nostalgias, sin los cadáveres de aquellos sentimientos almacenado durante años.


7 comentarios:

El viento a contramano dijo...

Quien pudiera como ella arrojar la mochila a la basura?? hay quienes que se niegan a tirar los recuerdos aunque estén pasados de amarillos y humedad.

Existen los besos tangibles?? ja...

Muy lindo Pastiche. Te mando un beso, hasta pronto!!

wattanaii dijo...

Que lindo y que melancólico.

Anónimo dijo...

Sería genial sí, arrojar la mochila a la volqueta. A veces pienso que sería buenísimo! Pero también los recuerdos hacen lo que somos asumo. No me acuerdo dónde era que lo hablaba hace poco, pero sin duda la ignorancia hace a la felicidad, digamos.

Me quedo con lo de "fotos de abrazos vencidos por la humedad".

Jamás podría haber sido el protagonista de Memento. Donde me tuviera que tatuar todo el cuerpo me moriría..

Marina Agra dijo...

qué absoluto

Uno dijo...

Preciosa historia chica y eso que me lo pones bien difícil:
No he encontrado "escumbrosa" en ningún diccionario. "Pingudo" si, pero mejor no te cuento lo que ponía. "Placar", he supuesto que es el placard francés."Calefón" también es una palabra nueva para mi.
Gracias por regalarme tantas nuevas palabras. Porque esto es gratis, ¿no?

Nandor dijo...

Ante nada, Buenas!!! cuanto tiempo?
Luego, estoy con "Uno", un gran signo de interrogación al leer "pingudo" y "tanganos" .
Mas allá de eso, lo primero que me surgió al leer tu post fue "y como no se dio cuenta antes?, es que no utiliza el calefón (calentador de agua para "Uno")?", nótese que utilicé "no usa el calefón" como un eufemismo.
Pero en realidad tu cuento me suena a un extraño mix entre Narnia, el estanque de la FArq y Memento (pero con esos tatuajes de verano que se van).
A todo esto, eso te pasa por ser tan vanidosa e ir a buscar una cartera simplemente para dar una vuelta, jeje.
Como resumen, diría que el cuento sería algo así como: format placar: o format pasado:, aunque con el pasado pasa lo mismo que con las máquinas, las vacias, pero al tiempo nuevamente estan llenas.
Salu2 a todos los Pastiches y a CP por supuesto.

chica pastiche dijo...

Uno: puedo ayudarte con placar (es lo que creías) y con calefón (termotanque o calentador de agua).

Lo demás... ponele el significado que más te vaya.