De todo un poco y de nada mucho


Este blog ha sido creado en honor a todos los pastiches del mundo.
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13/9/10


Estudios científicos dirán que una cosa es independiente a la otra.
Pero Martina sabe la verdad: es su estado anímico lo que modifica el clima.
Al principio lo había tomado como casualidad. Los días que estaba triste "casualmente" llovía, los días que se despertaba contenta, había un sol que rajaba la tierra. Pero después había descubierto que las casualidades no existen, y que sólo podía tratarse de una relación directa entre su humor y las variables climáticas.

La teoría de Martina explicaría con exactitud la razón por la cual los meteorólogos jamás aciertan en sus predicciones: es difícil dar con el cambiante humor femenino.

Pero el don de Martina no es pavada y no es algo para andarse pavoneando por ahí; de hecho es una responsabilidad bastante agotadora. Al final, los demás no tenemos la culpa de su inestabilidad emocional.
 
Así que cuando llueve una semana sin parar, y se anuncian inundaciones en el interior del país, ella se agarra la cabeza avergonzada, y repite para sus adentros "tengo que ponerme feliz, tengo que ponerme feliz..."
Entonces prueba diferentes métodos, desde comer chocolate y tomar cocacola escuchando algún grupo musical que levante su humor, hasta mirar varios capítulos de Seinfeld (risa asegurada), o incluso mandarse un frasco entero de flores de Bach (nunca se sabe, la medicina alternativa podría estar en lo correcto).
Cuestión que si se concentra lo suficiente, al día siguiente amanece despejado. Y a veces, si los métodos fueron eficaces, incluso logra que salga el sol y canten los pajaritos.
Qué alivio, sonríe Martina, y sigue con sus cosas chiflando bajito.

Por supuesto que ha sucedido lo contrario, cuando en verano se dan las sequías y todo el mundo se queja de que el campo ésto y las vacas aquello, a pesar de que no le guste a Martina, debe sacrificar su sonrisa y pensar cosas tristes.
En esos casos, escucha Fernando Cabrera o mira alguna película dramática, busca fotos viejas y recuerda eventos pasados, hasta que su pera se frunce y le saltan lagrimones bien salados.
Al día siguiente: lluvia torrencial.

En general tiene bastante dominado el tema, y no esa nada que deba preocuparnos. 
Sin embargo, hace apenas unas horas, el informativo anunció algo aterrador:
Meteorología advierte sobre la formación de un ciclón extra-tropical que afectará el litoral uruguayo.

Eso sólo puede querer decir una cosa: se vienen tiempos difíciles para Martina.
Será mejor que comience ya mismo a abastecerse con suficiente chocolate, cocacola y gotitas homeopáticas.
Esta vez pinta que va a ser un bajón importante...


5 comentarios:

wattanaii dijo...

Muy bueno Pastiche...

Elevalunas Ecléctico dijo...

Pues sí, ya Garcilaso de la Vega, allá por el siglo XVI, nos daba cuenta de reacciones de la naturaleza en sintonía con el estado de ánimo de sus sufridos pastores, pobrecillos:
Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan:
las aves que me escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen,
y mi morir cantando me adivinan.
Las fieras, que reclinan
su cuerpo fatigado,
dejan el sosegado
sueño por escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste,
los ojos aún siquiera no volviendo
a lo que tú hiciste.
Salid sin duelo, lágrimas, corriendo.

Excelente historia, amiga Pastiche. Por aquí no parece que vaya a llover, de momento.

Mr. Kint dijo...

Gran relato!

El problema en estos casos son los famosos loops o retroalimentación, y allí se hace difusa cuándo es causa y cuándo es consecuencia.

Saludos

m a c dijo...

El Señor guarde a Martina de ir a parar por la costa Tunecina y cruzarse con una patota de beduinos sedientos. Seguro que se las ingenian para que haga llover (o quizá justamente, eso ya sucedió hace muuucho tiempo y la muy turra perpetuó la sequía para siempre)

yours sincerely,

mbb



ps: la embalsamada protesta por las connotaciones tendenciosas en las que mi tocayo fue incluido en tu relato.

chica pastiche dijo...

gracias watta :)

lindo ese copypaste, elevalunas! me gustó muchazo.

verbal! qué vino primero? el llanto o la lluvia?

mac, el don de martina no se aplica a todo el globo terráqueo! no sea malo, tampoco le cargue de semejante responsabilidad!
seguramente los beduinos tengan su propia martina. es probable, incluso, que ella no lo sepa y de ahí la maldición climática que acarrea consigo.

para culminar, dígale a la embalsamada que si quiere quejarse lo haga sin mensajeros mediante.
prrrrrrrrr