De todo un poco y de nada mucho


Este blog ha sido creado en honor a todos los pastiches del mundo.
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Gracias.



9/2/10


"De todo laberinto se sale por arriba" - L.Marechal

Cuando estuve en A Coruña, me llevaron a conocer el monte San Pedro, con una increíble vista panorámica y un restaurante bastante coqueto.
En ese lugar había, y hay todavía, un laberinto.
No recuerdo si tiene algún nombre particular, creo que no.
Es un laberinto hecho con setos, de 2 metros de altura aprox.
Fue verlo, y por supuesto, querer adentrarse en él, jugar en él, desafíar al diseñador, batir algún record, etc.
No estaba yo sola, así que instintivamente empezó la competencia. O mejor llamémosle "juego".
Enseguida nos dispersamos. Algunos tomaron por un camino, otros por otro, yo por otro distinto.
No sé cuánto tiempo estuvimos ahí adentro.
Capaz que fueron 10 minutos, media hora, toda una tarde. No importa. La cuestión es que no lográbamos encontrar la salida. Nos cruzábamos en los callejones del laberinto, nos gritábamos de un lado al otro, hasta dejamos la competencia de lado, para empezar a jugar juntos. Pero ninguno logró encontrar la salida.
Desde arriba, los que nos habían llevado al lugar (locales ellos), nos observaban y se reían. En vano les pedimos ayuda, una guía desde su vista privilegiada, que nos dijeran "derecha izquierda caliente frío".
Ellos se reían, sólo eso.

El hecho es, que este laberinto del monte San Pedro, no tenía ninguna salida.
O visto de otro modo: la salida era la misma que la entrada.

Para cuando nos dimos cuenta de ese detalle, estábamos agotados. Ni gracia nos dió descubrir la "solución" al problema.
Por supuesto surgieron enseguida los chistes fáciles, del tipo: "tenían que ser gallegos", "mirá como hacen los laberintos estos gallegos", "hay que ser gallegos! hacer un laberinto sin salida!"...

Pero todo tiene su enseñanza, por supuesto.
Y como toda buena enseñanza cae con gotera, y la vine a descubrir mucho después.

Hoy, me senté meditabunda a mirar por la ventana. Tantas cosas pasaban por mi cabeza. Situaciones que se repetían, charlas girando en mi memoria... cosas, digamos, que vuelven y vuelven, en un vaivén que parece no terminar nunca.
Y entonces me di cuenta, de que estaba como en el laberinto de A Coruña.
Dando vueltas y vueltas buscando un camino donde en realidad no hay más nada.
Donde en realidad la solución no es tratar de encontrar la salida de ahí, sino volverse al comienzo.

La verdad es que todavía no definí del todo la analogía, pero sé que existe una.

En principio me gustaría decir que no son tan gallegos estos gallegos...


*ruego a los gallegos que lean esto: no ofenderse.
nuestros chistecitos son cariñosos.
:)


foto del laberinto visto de arriba.
gracias a google earth y a wattanaii por su colaboración :)

17 comentarios:

El viento a contramano dijo...

Yo me quedé con esa frase el día que la dejaste en mi blog "de todo laberinto se sale por arriba", así que me compré una escalera... y si no funciona, llevo una motoguadaña y salgo como sea, jajaja (lo de la motoguadaña no aplica para los laberintos de la mente, ehhh - nada de andar comprando motoguadañas cerebrales).

Usté, Pastiche si que ha viajado... digame, hay algun lugar por el que no haya andado revoleando sus piecitos?? para su próximo cumpleaños desecho la idea de regalarle algun viaje... :). Chauuuuu

wattanaii dijo...

Un laberinto justamente busca confundir a quien se adentre en él, para que no pueda encontrar la salida. Quizás la pregunta es: ¿que hace que sabiéndolo igual entremos en él?, y luego claro, difícil de salir. Incluso a veces conocemos la salida, pero no queremos salir.

chica pastiche dijo...

creo, wattanaii, que la idea de entrar al laberinto, es desafiar (desafiarnos) a encontrar la salida, en el menor tiempo posible.
es como enfrentarse a un puzzle, a un acertijo, incluso a un sudoku!

la idea es que el laberinto tiene salida, y hay que encontrarla. no como en este caso, claro...

wattanaii dijo...

Yo dudo de si no disfrutamos mas de buscar la salida, que de finalmente encontrarla.

chica pastiche dijo...

es probable.
pero esa es la respuesta a tu pregunta de por qué entramos igual.

(quiero vale 4 !)

wattanaii dijo...

43 22 38.61N, 8 26 04.89W

wattanaii dijo...

No exactamente, sigue estando la duda de por que entramos.

chica pastiche dijo...

ufa.
te digo que "disfrutar buscando la salida" sería una posible razón.

Uno dijo...

En algunos lugares de América se llama gallego a cualquier español, como si no tuvieramos ya bastante los españoles con nuestro laberinto de nacionalidades. Uno se pregunta, ¿tus gallegos eran gallegos?.

chica pastiche dijo...

al menos A Coruña está en Galicia... así que hay grandes posibilidades de que fueran verdaderos gallegos...

Pablo G. dijo...

A veces está bueno volver al comienzo, que no necesariamente es volver a empezar. Qué sé yo... la perspectiva es, sin duda, una ventaja.

Recuerdo en Barcelona que hice lo mismo, me llevaron a un laberinto y lo primero que hice fue retar a mi primito a ver quién salía primero. No hay que decir que el purrete de 6 años me ganó por lejos.

Jennifer Amapola Banfrula dijo...

me llegó tu enseñanza. Tu misión de día ha sido cumplida. Podés dormir, que esta semillita germinará en mí.

chica pastiche dijo...

querida jennifer, si yo fuera un chico pastiche, estaría preocupado de leer eso.

alejandro dijo...

¿volver al comienzo?
eso de ninguna manera es una opción (salvo en ideas como "Eternal sunshine...", que igual me dan la razón).
Podría haber dicho Heráclito (si en lugar de ríos hubieran sido laberintos los que) que de ningún Laberinto se sale.
Tipos más aburridos que yo han escrito demasiado sobre laberintos (Borges careta: pagale a Joyce derechos de autor!). Yo sólo digo que, salvo en los laberintos gallegos (y en los hipermercados), intentar volver al principio es una cobardía, una boludez, y una falta de respeto a la idea de laberinto: si vas a volver a la entrada, ni te metas...

chica pastiche dijo...

por eso es que este post no se refiere a los laberintos en gral., sino al laberinto gallego en sí.

cuando no hay salida, antes de seguir dando vueltas entre cetos, volvete al comienzo y ya.
(que no es lo mismo que volver a empezar, bien dijera pablo g.)

ahora bien, si habláramos de un laberinto convencional, así como de un sudoku o un partido de buscaminas, realmente la opción es insistir hasta encontrar la solución (o las minas, según sea el caso).

pd: heráclito es un buen nombre para un pescado ...

alejandro dijo...

una vez una mujer me dijo: "es que cada cosa q vivimos se nos pega, alejandro; no podés tratar de hacer como q nunca sucedió. eso de borrón y cuenta nueva es pura mentira, no existe; porq no somos máquinas."
creo que por eso no existen las salidas de los laberintos...

chica pastiche dijo...

me cae bien esa mujer...

:)