De todo un poco y de nada mucho


Este blog ha sido creado en honor a todos los pastiches del mundo.
Bienvenidos y no olviden dejar sus zapatos en la entrada.
Gracias.



21/6/10


Sacó de su bolsillo una velita roja y me la entregó.
- Es una vela de la suerte. - me explicó - Tenés que pedir un deseo cuando la prendas. La única condición es que dejes que se consuma del todo.

Yo no creo en esas cosas, pero me divierten muchísimo. Y un poco me dejo llevar por la mística que implican. Quién sabe, en una de esas era realmente una vela de la suerte.

La olí. Tenía un suave aroma a frutilla mezclado con cera. La guardé en mi cartera y agradecí el regalo. Ya tenía una idea de lo que pediría cuando la prendiera.

Esa tarde, cuando llegué a mi casa, puse la vela en un recipiente de madera que tengo para velitas como esa. Calzaba perfecto. No quise prenderla todavía. Debía esperar a saber bien el deseo, debía estar segura que era eso lo que yo quería, y no otra cosa. No debía malgastar mi única vela de la suerte.

Hice otras cosas: pinté estantes, cociné, miré la tele.
A la noche, entonces, me decidí. Acerqué un encendedor al tiempo que pensaba en mi deseo, y la llamita empezó a crecer sobre la vela.
Tembló un poco, temí que se apagara, pero enseguida revivió con fuerza y empezó a iluminar la sala.
La observé durante un rato, como hipnotizada, pensando que había pedido un buen deseo. Esbocé una sonrisa cómplice.
Luego me quedé dormida en el sillón.

Al día siguiente él llamó para que almorzáramos juntos.
Él, personaje principal de mi deseo, llegó con vino y chocolates, y una cara de pocos amigos.

Entonces, sin pelos en la lengua, directo como una bala, clarísimo como si lo estuviera leyendo, me explicó que ya no podíamos estar juntos.
Que su corazón pertenecía a otra persona, una suiza que sacaba fotos surrealistas o algo así.

Luego partió un cuadradito de chocolate y se lo llevó a la boca.

- Fue muy disfrutable estar contigo. - dijo, y se fue por donde había entrado minutos antes.

Los ravioles quedaron servidos en la fuente. La puerta entrecerrada. Todo pareció quedarse estático.

Me dejé caer en el sillón y le dediqué una mirada a la vela, consumida y sin gracia.
Parecía mirarme entre burlona e irónica.

- En fin... ya decía yo que esas cosas mágicas no existen. - pensé, al tiempo que me empinaba el vino directo de la botella.


29 comentarios:

Scarlett dijo...

Ay, no. :(

Pero bueno, a veces las cosas se consumen dejando el rastro de su dulce aroma, pero abriéndonos la puerta a cosas nuevas. :)

wattanaii dijo...

Que equivocada que estás...esa vela seguramente era para que pasara lo mejor, y a veces lo mejor no es lo que uno quiere en ese momento.

m a c dijo...

"I don’t want realism. I want magic!"

Sulfito dijo...

¿Cuánto de cuento?
¿Cuánto de realidad?

wattanaii dijo...

The realism IS magic.

tezetage dijo...

es como depilarse,querida pastiche.
es un tirón.
duele.
queda inflamado.
y como los pelos,si era para sacarselos mejor ahí.
es mismo la vela watta...esa vela.
LA FELICITO.

chica pastiche dijo...

wattanaii : lo pensé eso. pero mi deseo no era "que pase lo mejor". era un deseo muy puntual ! jje
enfin, sigamos pensando que la vela sabe lo que hace.

sulfit boy : el porcentaje realidad ficción lo pone usté.

tezetage : bienvenido, vuelva siempre. me pregunto cuánto sabe usted de depilación...

tezetage dijo...

pastiche querida:
le aseguro que sé.
abrazo,
TZG

Julián Sick dijo...

Ay, qué triste, qué tristeza más profunda! Ay, tanta esperanza rota, tanto deseo consumido, tanto amor caído fuera de la escupidera, tanta pelota al orsai, tanta sopa en el mantel de jade, tanta Yoko Ono en el equipo de audio de mi suegra, tanta canoa dada vuelta en el Amazonas con pirañas de medio metro y más hambrientas que maestro de escuela! No voy a llorar. Hoy, y por estas veinticuatro horas, no voy a llorar!

chica pastiche dijo...

ay perdón tezetage, la hice varoncito.
disculpe usted, no volverá a pasar.

julián, lloremos juntos, hombro con hombro; o mejor, monitor a monitor, eh? le va?

GonSaa dijo...

ojalá todo fuera tan sencillo como prender una vela y esperar...

...pero la puta madre que bueno que sería!

Ottar13 dijo...

Desde la distancia, me entristece tiernamente su situación.

Mis mejores deseos de mejor suerte pastiche.

Cómase unos chocolates con un café y escriba esas cosas que gustan a tanta gente.

Salú

Elevalunas Ecléctico dijo...

Me encantan los cuentos con velas de la suerte, hombres desdeñosos, deseos incumplidos, almuerzos que no se toman y botellas de vino que se empinan.
En cambio la realidad es tan perfecta siempre.

Julián Sick dijo...

Un sesenta y nueve, pero los dos bañaditos, ojo! Ah, sin monitores.

El viento a contramano dijo...

ufa... al menos tenía que haber probado los ravioles... en fin, no merecía la pena - alguien que desprecia los ravioles no merece la pena - muy bien que se haya ido!!

Hola Pastiche!!!

Pablo G. dijo...

Siempre me gustaron las velas. Y quiero creer que no todo puede ser tan fácil como pedirle deseos, sino creo que hubiera quemado todo Montevideo ya dejando velas prendidas por ahí. Pero quizás tb los deseos funcionan en formas misteriosas.

Por otro lado... qué actitud es esa de ni siquiera compartir la cena? fea fea...

chica pastiche dijo...

Viento y Pablo G. !!!
desaparecidos en acción !

será que el mundial los tiene tan ocupados que ni se acuerdan de pastiche, snif.

en fin, es un placer leerlos otra vez por acá :)

Julián Sick dijo...

O sea, sacar del bolsillo una vela roja es una metáfora de "peló". Lo que no me queda claro es lo de los ravioles ¿será por tener buenos abdominales?

chica pastiche dijo...

y empiné el vino directo de la botella?
qué le dice eso a usté ?

mi estimado julián, ahora sick...

Julián Sick dijo...

Cuando se refiere a empinar la botella, ¿se refiere a algo como ESTO?

Soy un capo culto!

chica pastiche dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
chica pastiche dijo...

(tuve que borrar el anterior, y corregir ese "me" extra, soy una perfeccionista nata, lo siento).

chica pastiche dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
chica pastiche dijo...

Bueno, y acá me tiene, julián, tal cual le prometí.
(En esta oficina hacemos caso a los reclamos de los usuarios).

Hay varias diferencias notorias en esa foto respecto a cómo imaginé yo mi empinación de botella, comenzando por la modelo en cuestión. (Lamento decepcionarlo, mijo, pero no soy morocha ni uso aros).

Sin embargo, permítame decirle que en este blog fomentamos la libre imaginación. Así, pues, cada uno que imagine lo que le venga en gusto. En eso, usted sí que es un experto.


Y de este modo, así como quien no quiere la cosa, esquivo la pregunta con dignidad y con mi acervo intacto. (No sé si lo notó).

Volveremos a encontrarnos, estimado, pero ahí será otra historia.

chica pastiche dijo...

(y ahora otra vez, porque me había quedado el "cómo" sin tilde. no sé que me pasa hoy pero estoy poco tolerante conmigo misma...)

Julián Sick dijo...

Cáspita, dice no ser morocha pero su avatar muestra lo inverso. Espero no tengamos esos problemas de comunicación en el sofá!

chica pastiche dijo...

y por qué asume usted que yo soy la que figura en la foto de mi avatar?
acaso yo debería asumir lo mismo con su foto, querido julián?


(pd: odio la palabra avatar, la odio).

Julián Sick dijo...

Creo que usted conoce a pie juntillas la diferencia conceptual entre su foto de perfil (cómo te mimo, nena, eh!) y la mía.

¿Por qué lo asumí? Quizá halla visto, en el brillo del pelo de la chica, limpieza. Y como sus letras, Pastiche, son de una intensidad, fineza y sensibilidad tal, asocio su ser con el de una persona que se lava los cabellos. ¿Prejuicios? Claro! Pero, ¿quién está libre de ellos?

PD: ¿Viste que rimó? Soy excelso!

chica pastiche dijo...

Sus comentarios son de singular excelencia, no podemos negarlo.
a veces carecen de total fineza, tampoco podemos negarlo.
pero igual sigue siendo bienvenido, siempre y cuando se quite los zapatos al entrar (en eso soy severa).

Sí, lo asume bien: soy de cabellos lavar. Menos los domingos, porque los domingos no me baño (igual que Shakira).
Pero no, no soy morocha. Me niego fervientemente a serlo. Razón? No la hay. Capaz miraba mucho a xuxa de chiquita...