Me gusta ir a la casa de mi abuela porque me deja hacer todas las
bandideadas que quiera y me da ositos gummie aunque sea la hora de
almorzar.
Jugamos a miles de juegos. Hay uno que me gusta mucho que es de los
monstruos, mirá: nosotros nos escondemos en una guarida y cuando los
monstruos se acercan los atacamos con almohadones que son rocas y
gritamos re fuerte para que se asusten. Hacemos pila de relajo y después
ni siquiera tengo que ordenar. A mí no me gusta ordenar porque me canso
muchísimo ordenando.
Mi abuela cuenta los mejores cuentos. No sé cómo hace para inventar esas historias, que ella dicen que son verdad pero yo sé que las inventa porque siempre aparece algún héroe y dragones y mamá ya me dijo que no existen en la realidad. Mis cuentos favoritos son los de dinosaurios. Ahí yo la ayudo porque ella no se sabe los nombres de ningún dinosaurio y yo
sí, me los sé todos. Está el Estegosaurio que me gusta mucho porque
tiene como unos pinchos para defenderse de los carnívoros y está el Rex
que es mi favorito porque es el más feroz. Yo cuando me transforme en
muy grande voy a estudiar todo de los dinosaurios y voy a encontrar
muchos fósiles que son sus huesos.
También miramos televisión hasta tardísimo, hasta que me quedo dormido en su cama. Al otro día me lleva el desayuno a la cama y me hace huevo revuelto, que es lo más rico que hay, nunca me aburro de comer huevo revuelto.
Cuando llega mi mamá a buscarme, siempre me pregunta qué hiciste con la abuela, pero yo no le cuento nada porque es nuestro secreto. Me río bajito y miro a mi abuela que también se ríe. Le doy un abrazote y le mando bolsas de besos. Me gusta mucho ir a la casa de mi abuela.
1 comentario:
(L)
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